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La escasez de agua potable es una realidad que no está muy lejana a nosotros; solo es cuestión de salir un poco lejos de donde vivimos para darnos cuenta de que en Lima alrededor de un millón y medio de peruanos no cuentan con este recurso, y si lo hacen, les llega en pésimas condiciones o terminan pagando más de lo que pagaríamos por recibir el servicio en nuestras casas.

Observando esta problemática, nos preguntamos cómo podríamos llegar a ayudarlos de la manera más efectiva posible, dado que no contamos con todos los recursos que nos gustaría para ofrecerles un sistema convencional de agua potable. Y es aquí donde aparece una alternativa interesante: las ollas comunes en la región Lima. De acuerdo con información del MIDIS hay más de 2 mil ollas, las cuales atienden entre 40 a 300 personas cada una.

Nuestra hipótesis es que, si intervenimos una olla, los usuarios pueden ser beneficiados del servicio que queramos brindarles. Y como claramente, no todas las ollas tienen conexión a un sistema de agua potable y muchas de ellas reciben agua por cisterna, pensamos en una solución que les permitiera tener agua lista para el consumo y sin la necesidad de gastar más dinero en recursos (gas, aumento de costo por conexión domiciliaria), por lo que los filtros de vela de cerámica (aprobados por la OMS como una gran alternativa en zonas donde no existe una red de conexión a agua potable) mostraban ser una gran opción para este tipo de intervenciones.

Ilustración 1. Beneficiarias de Ancón recibiendo la donación. Fuente: Yaqua (2022)

La Tecnología: Filtros de Vela 

Los filtros de vela que utilizamos para este piloto están compuestos de 3 componentes: una membrana filtrante de cerámica micro porosa que permite eliminar partículas solidas e impurezas, luego se encuentra el componente de plata ionizada que es eficiente para eliminar bacterias, hongos y microrganismos (hasta en un 99.9%). Finalmente el liquído entra en contacto con el carbón activado que cumple la función de absorber los malos olores, sabores y agentes químicos, otorgando agua lista para consumo y libre de contaminantes que suele traer el agua sin filtrar.

Para probar las especificaciones testeamos filtros de dos marcas diferentes, con los mismos componentes: Stefani y Doulton. Los precios y tamaños son distintos, por lo que el tiempo de renovación y cambio varían (6 y 12 meses respectivamente). Los detalles y certificaciones están especificados en la imagen 3.

Ilustración 2. Vista detallada del sistema de filtrado. Fuente: Pure Water (2019)
Ilustración 3. Detalles de composición y certificaciones de filtros usados en la intervención. Fuente: Sitios oficiales de Stefani y Doulton (2023)

El sistema funciona tal cual se detalla en la imagen 2. Los filtros se colocan dentro de baldes plásticos: el superior tiene la perforación necesaria para poder ensartar el filtro con la tapa del segundo recipiente, mientras que el recipiente inferior cuenta con un agujero para poder insertar un grifo del que el beneficiario puede servirse directamente el agua lista para el consumo. Los tamaños de los recipientes usados para ollas fueron baldes de 20 L, y el tiempo del filtrado, al ser por goteo toma aproximadamente 6 horas, pero se puede ir llenando mientras se produce el filtrado al envase inferior.

Piloto: Filtros de Vela en Ollas Comunes

Decidimos probar el impacto de estos filtros en ollas de distintas ubicaciones y diversas condiciones dentro de la región Lima. Algunas de ellas cocinan con gas, otras un siguen usando carbón; algunas obtienen agua de los pozos de las EPS, otras reciben por cisterna, muchas de ellas solo reciben agua una vez por semana; y aun así siguen brindando este servicio de alimentación a bajo costo para todas las personas que viven cerca.

Las zonas elegidas fueron Ancón, San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo y Chorrillos.

Asimismo, trabajamos de la mano de otras ONGs, instituciones y líderes que ya tenían contacto con estas ollas comunes, permitiéndonos llegar a ellas y así tuvieran confianza en la intervención.

Hasta la actualidad hemos instalado este sistema en 11 ollas comunes distribuidas en los distritos ya mencionados, con las cuales hemos podido obtener impactos en hidratación y mejora de hábitos en consumo de líquidos. También hemos medido la mejora de la calidad del agua al utilizar el filtro.

Ilustración 4. Beneficiaria de la donación en ollas comunes de Chorrillos. Fuente: Yaqua (2023)

Resultados Preliminares

Conociendo las condiciones antes indicadas, decidimos evaluar bacteriológicamente el efecto de la implementación de los filtros. En este caso, podemos evidenciar una reducción considerable de heterótrofos y presencia de E. coli (de casi el 100%) en el caso de agua recibida por cisterna en las ollas comunes de Ancón. Asimismo también nos pareció importante evaluar el nivel de filtrado de solidos totales disueltos con una reducción de 5% después de filtrar. Aun así creíamos que era importante evaluar las condiciones físico-químicas en torno a la calidad de agua dado que el efecto también podría evidenciarse en la reducción de ciertos elementos que contiene el agua de red pública.

Tabla 1. Resumen resultados bacteriológicos Ancón. Laboratorios ITS (2022). Elaboración propia

Para los exámenes físico-químicos consideramos dos escenarios: conexión a red pública y agua por cisterna. Las diferencias en los resultados preliminares de pruebas de campo que se evidencian en las tablas siguientes están relacionadas a que en uno de los casos (cisterna) el agua se encuentra almacenada mayor tiempo tiempo, lo que produce la evaporación del cloro que se utilizó para la potabilización.

Tabla 2. Reporte de campo de agua con conexión directa a red pública Laboratorios ITS (2023). elaboración propia
Tabla 3. Reporte de campo de agua recibida por cisterna. Laboratorios ITS (2023). Elaboración propia.

Aquí podemos evidenciar que el filtro mejora el PH en un promedio de 6%, pero sobre todo que reduce la concentración de cloro en más del 60% (lo cual para consumo humano es un buen indicador, dado que según estudios la presencia de cloro >1 genera irritación en mucosas).

Estos fueron los resultados de los exámenes físico-químicos:

Tabla 4. Resumen de detalle de muestra tomada en Chorrillos por laboratorio ITS. (2023) Elaboración propia
Tabla 5. Resumen de detalle de muestra tomada por laboratorio ITS en Chorrillos (2023) Elaboración propia

Al observar los resultados en ambos escenarios podemos evidenciar que la reducción no se produce en un mismo elemento, en la tabla 4 la reducción se da en el cloro, mientras que en la tabla 5, el filtro ayuda a la reducción en sodio. Esto nos genera nuevas preguntas: ¿Acaso el almacenamiento de agua tiene que ver con la variación de los niveles de minerales concentrados en el agua? Y si es así, ¿en qué momentos críticos estaría ayudando o generando más ayuda el uso de nuestros filtros? Estas interrogantes están por ser resueltas en un futuro, dado que se necesita entender la evolución del agua en reserva y se tendrían que llevar a cabo nuevas pruebas.

Por otro lado, tal como se menciona en  líneas anteriores, otro de los efectos que buscamos conseguir es la mejora en hidratación, para lo cual obtuvimos información interesante del registro de las mismas dirigentes de las ollas. Durante el primer mes hemos logrado duplicar el consumo de agua, tal como se puede evidenciar en este antes y después de la implementación del filtro.

Ilustración 4. Comparativo de cifras antes y después de implementación en ollas Ancón. (2023)

El primer dato representa el consumo de una persona, en este caso, cocinera de la olla, que antes de contar con el filtro consumía en promedio 2 vasos al día. Ahora, contando con el sistema consume el doble. Con respecto al segundo dato, este representa el promedio de litros de refresco que ofrecen las ollas diariamente a sus comensales, que se ha incrementado en casi 70%. Por último el tercer dato compara la cantidad de litros disponibles (listos para consumo) con los que contaba la olla diariamente, que casi ha triplicado a la cantidad de la que solían disponer.

Estos buenos resultados nos llevaron a querer probar este piloto de manera más molecular, es decir en casas, para lo cual donamos filtros más pequeños a 17 cocineras en la zona de Chorrillos, esperando poder expandir los beneficios que hemos venido probando.

Las reflexiones preliminares (derivadas también de visitas de campo) nos han permitido aprender tres cosas: podríamos generar un beneficio de salud a largo plazo, estamos en el camino de mejorar y cambiar hábitos de consumo e hidratación en personas vulnerables, y además podríamos generar percepción de confianza y bienestar en las personas beneficiadas. Aun seguimos investigando y analizando tanto cuantitativa (exámenes de calidad en laboratorios) y cualitativamente (opiniones y percepciones de los mismos beneficiarios), para poder confirmar en unos meses que esta combinación de tecnología de filtrado e intervención vía una institución social fundamental como la Olla Común puedan ser un vehículo más para ayudar a mejorar la salud y bienestar de las personas usando de vía algo tan valioso como el agua.


Proyectos 24 abril 2023